Los hermanos Jenny, Julián y Kelvin Hernández Entenza, de 14, 12 y 11 años de edad, vecinos de la calle Camilo Cienfuegos, en la comunidad espirituana de Las Tozas, apenas logran sobrevivir con la mínima pensión que reciben.
Esos adolescentes, huérfanos de padre y madre, sólo reciben de las autoridades una prestación de seguridad que asciende a sólo cincuenta pesos cubanos mensuales, lo cual equivale a poco más de dos dólares.
Como resulta evidente, esa suma resulta a todas luces insuficiente para subvenir a sus más elementales necesidades; para colmo, ellos ni siquiera han arribado a la edad laboral, por lo cual los tres menores se encuentran en una situación desesperada.
Reportó, desde Sancti Spíritus, Yasmary González Martínez, Agencia Yayabo Press
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