BLANCA RODRIGEZ Y SU HIJO RODOLFO FERNÁNDEZ RODRIGUEZ |
Anciana madre de retrasado mental severo expresó en Sancti Spíritus la situación desesperada que confrontan su hijo y ella
La señora Blanca Rodríguez, vecina de la calle Obdulio Morales número 12, en la comunidad espirituana de Las Tozas, comentó ante esa reportera la crítica situación que presenta con su hijo oligofrénico cincuentenario Rodolfo Fernández, quien está postrado.
Según la fuente, su chequera fue reducida a menos de doscientos pesos. Al propio tiempo, ni ella misma ni su hijo anormal reciben medicamentos; y hace meses al baldado se le suprimió la ayuda de algunos paños y ropa de cama, y se le ha reducido a la mitad la cuota de jabones, por lo cual se ve obligada a comprar ese producto.
“Estamos pasando el Niágara en bicicleta”, comentó Blanca, quien precisó: “Nos mantenemos por los trapos viejos y alguna otra ayudita que recibimos de algunas almas caritativas que no se olvidan de nosotros. El colchón y el bastidor de Rodolfo están que dan pena”.
Y concluyó la septuagenaria: “Hace meses, después que hice una reclamación por mi casa, vinieron unos dirigentes de la Provincia. Dijeron que se asombraban de mi mala situación y aseguraron que recibiría ayuda. Todavía la estoy esperando”.
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