Ciudadano espirituano denunció el 18 de junio los malos tratos y la degradante atención de los agentes de la autoridad
El ciudadano Gustavo de León Lima, de 46 años, vecino de Garayta número 157-A entre Carlos Roloff y Brigadier Reeves, en la villa del Yayabo, denunció el pasado sábado el maltrato que sufrió a manos de la policía.
Expresó Gustavo: “El 7 de mayo, en ocasión de encontrarme en un centro gastronómico en vísperas del Día de las Madres, sufrí una agresión de parte de varios desconocidos, quienes me atacaron con palos y ladrillos. Me lesionaron un pómulo y varias costillas”.
Y continuó De León: “Me llevaron a la estación para interrogarme y a pesar de ser yo la víctima del delito, me amenazaron con acusarme por encubrimiento porque yo desconocía quiénes me habían atacado a traición. Me metieron en un calabozo, y sólo me sacaron después de desmayarme”.
“En definitiva, me soltaron y fui por mis propios pies al hospital, donde me ingresaron durante cuatro días. Al salir, fui a quejarme a la Delegación del Ministerio del Interior por la falta de atención y allí me trataron como a perro”.
Y precisó: “Me citaron para la Primera Unidad y me dijeron que los resultados tenían que dármelos delante de los mismos que me maltrataron. Allí le dije a un capitán que, con las lesiones que yo había sufrido, pude haber muerto en el calabozo, y ese oficial me dijo: ‘Pues en ese caso te habrías quedado muerto y no hubiera pasado nada’.”
Y concluyó Gustavo de León: “He comprobado personalmente la falta de ética y de sensibilidad humana de la policía. También me he convencido de que los mecanismos internos que ellos mismos han establecido no sirven para nada. Por eso denuncio esta situación ante la opinión pública”.
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