Reportó, desde La Habana, Ana Margarita Perdigón Brito, Agencia Yayabo Press.
En una cárcel camagüeyana prohíben visitas de amigos a un prisionero político el 22 de diciembre
El pasado 22 de diciembre, fecha en que le correspondía la visita familiar, el reo de la tercera edad Armando Sosa Fortún, quien extingue una sanción de 30 años de privación de libertad por delito contra la seguridad del Estado en la prisión Kilo 7, en Camagüey, no pudo entrevistarse con dos personas amigas que acudieron a verlo.
Según Belkys Bárbara Portal Prado, defensora de los derechos humanos, el citado prisionero fue detenido en octubre de 1994; él es ciudadano de los Estados Unidos y reside en ese país, y no tiene en Cuba familiares que lo atiendan, por lo que desde hace años recibe visitas de activistas pro democracia, entre ellos, en los últimos cinco meses, de Meivis Mulens Díaz y su esposa Madelín Ávila Cruz.
El matrimonio se presentó como de costumbre el pasado 22 de diciembre para encontrarse con el mencionado preso político y llevarle alimentos, pero un oficial de la Seguridad del Estado que no se identificó les comunicó que a partir de ese día el reo sólo podría recibir visitas de su hermana Dalia.
Este planteamiento fue rechazado por Meivis, quien argumentó que esta anciana reside en los Estados Unidos y no puede estar viajando frecuentemente a Cuba, pero el agente represivo hizo caso omiso a esas razones, por lo que los visitantes tuvieron que regresar con los víveres a su domicilio.
La Prado Portal puntualizó: “Ésta es una más de las violaciones de los derechos humanos que se cometen en Cuba. Armando Sosa está viejo y enfermo, y ahora quedó desamparado en prisión”.
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